INTRODUCCION



"Tanto si piensa que puede, como si piensa que no puede, de cualquier modo está en lo cierto" Henry Ford


Montañista amigo, con el conocimiento, lo difícil o desconocido se vuelve fácil y accesible. ¡Que poca información teníamos en la decada del 90 y años posteriores, de muchas de las más altas montañas de Argentina y Chile! Algunas veces ascendimos una cumbre que no era la principal y otras tuvimos que dejar la expedición como mera exploración al recién poder determinar, ya al fin de la misma, por donde se debería haber accedido o ascendido! Y VOLVER. Durante años fui informando, con relatos y películas, de los resultados de las expediciones que realizabamos y las he condensado en este blog. Espero te sirvan mis relatos.

Jaime Suárez
jaimesuarezgonzalez@gmail.com

NO QUIERO MINERAS, O SUS CAMPAÑAS DE INTELIGENCIA, ANUNCIANDO EN MI PÁGINA...

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22 noviembre, 2013

      Cerro  PENITENTES

                  Balcón al Aconcagua
                                  
   Jaime Suárez

Foto con teleobjetivo de la cumbre, desde la RN 7



 
             
Acceso al Cerro Penitentes desde RN 7

Objetivo deseado

            Durante mis pasos por la Ruta Internacional 7 tanto hacia el Aconcagua como a esquiadas en Penitentes y Matienzo, no dejaba de admirar esta agraciada formación de góticas torres y rectas paredes que parecen una inmensa catedral, y a su faldeo tapizado con pardas rocas que semejan una procesión de penitentes que tienden hacia ella. Me había quedado como un objetivo de ascenso pendiente para poder realizarlo en alguna ocasión.

            Y esta ocasión por fin había llegado. Partimos desde Mendoza el Viernes 15 de Noviembre a la mañana. Tras recorrer aproximadamente 180 Km llegamos a Penitentes y a Puente del Inca. José aprovechó para saludar a conocidos en Cazadores y luego de un almuerzo nos trasladamos retrocediendo hasta donde se encuentra el puente colgante (32° 50.008'S y 69° 52.058'O) que permite cruzar el Río Mendoza. Éste queda 3 Km. más arriba de Penitentes y 4 Km. antes de Puente del Inca.




Hacia el Refugio Grajales

Cruzamos el puente colgante, y desde los 2.640 msnm con la carga en nuestras mochilas  encauzamos nuestra marcha hacia la salida de la Quebrada de Vargas.



Por ella, y acompañados por el arroyo Vargas fuimos poco a poco ascendiendo. Tras 3,6 Km. de marcha, a los 3.000 metros de altura nos encontramos con una rota tranquera y con la necesidad de cruzar el arroyo Vargas. 




 Dada la hora traía un abundante, marrón  y rápido caudal por lo que hubo que tomar todas las precauciones para no caer dentro de él. Una piedra grande en la mitad de su ancho nos permitió con fuertes saltos llegar a la otra orilla.

            Novecientos metros más adelante, y con mucho cuidado otra vez necesitamos volver a cruzar el arroyo. Éste, según la estación y la hora del día, puede cambiar la dificultad de cruzarlo según el caudal de agua que traiga.

Luego de 4 horas desde el inicio de la marcha y de caminar casi 6 Km. de distancia llegamos al Refugio Grajales.

Este refugio es una pequeña construcción cúbica de piedras y hormigón armado alrededor de la cual se arman las carpas. Está a los casi 3.200 metros de altura en la posición S32°52´501 y O69°53.911.

Es un muy buen lugar para campamento. Tiene agua transparente cerca en dos pequeños arroyos que descienden desde mayor altura y de no haberlos, según la época del año, está el arroyo Vargas. Había varias carpas con andinistas que ya había ascendido el cerro o que estaban aclimatando para salir otro día. Una expedición de amigos lo haría la noche del próximo sábado aprovechando la luz de la luna llena.

Armamos nuestras tiendas y luego de una buena cena nos metimos muy temprano a las bolsas tratando de descansar todo lo posible para poder encarar el ascenso que haríamos al día siguiente.



Refugio Grajales a los 3.150 metros


Hacia la cumbre

            El sábado 16 de Noviembre era el día de cumbre. Desayunamos temprano enfundados en las bolsas de dormir. Luego procedimos a vestirnos y a las 8,30 con rayos de sol que comenzaban a iluminar la zona del refugio iniciamos el ascenso, luego de cerrar las carpas.

            Nos separaba un desnivel de 1.200 metros con la cima, que deberíamos superar en un ascendente recorrido de aproximadamente 3,5 Km.

            La  altura del C° Penitentes, de 4.350 metros, considerando la época del año y el excelente día que teníamos, no exigía excesivo abrigo, salvo la precaución de llevar en la mochila la parka, un rompevientos y unos buenos guantes junto a dos litros de agua y unas frutas. Por fin sentí la mochila liviana.

            Comenzamos el ascenso,  con paso tranquilo y superando metro a metro el importante desnivel que nos separaba de la cúspide.  Poco después ya podíamos contemplar hacia al Norte al Aconcagua sobresaliendo entre todas las cumbres que nos rodeaban.


                                    al Norte el Aconcagua

            Continuamos ascendiendo tratando de no perder en ningún momento la pequeña huella que marcaba la subida y sorteando picachos que se nos iban interponiendo. El día que teníamos nos hacía disfrutar constantemente el entorno que nos rodeaba.

            Cercano a los 4.200 metros apareció un largo e importante manchón de nieve, resto entre otros machones dispersos, de lo que otrora fuera un gran glaciar.        




            Cien metros más arriba, comenzó a nivelarse la superficie adyacente a la cima, floreciendo al final de la misma los promontorios sobre los que sobresalen dos metálicos hitos,  uno de los cuales señala la cumbre.



            Sin darnos cuenta aceleramos el paso. Muy pronto coronamos el punto más alto de nuestra montaña. Nos dimos un fuerte abrazo y celebramos con júbilo haber conseguido el objetivo.

            Leí el GPS que alcanzaba este 17 de Noviembre en la posición de cumbre 32° 52.746'S y 69° 52.444'O los 4.356 metros. En línea recta, en sentido NO, a 27 kilómetros de distancia florecía en toda su magnitud la más importante cumbre de Occidente, el Aconcagua, con sus 6.962 metros de altura. El 3 Gemelos hacia el Oeste a 12,5 km. Unos 55 Km. hacia el Sur, el Tupungato. Pero eran muchos los perfiles de montañas que podíamos reconocer en nuestro derredor, en el estupendo día que disfrutábamos. Y mirando hacia abajo hasta se podía apreciar parte del curso de la RN 7 hacia el NE.


El grupo en la cumbre del Cerro Penitentes, 32° 52.746'S y 69° 52.444'O los 4.356 metros

Regreso

Habían sido cuatro horas y media horas de trabajoso aunque agradable ascenso, que incluía todas las paradas para obtener fotografías,  para llegar a la cumbre.  Iniciamos el regreso desandando el pequeño y a veces interrumpido sendero que nos había acompañado desde la salida y admirando constantemente  el montañoso entorno que nos rodeaba que se achicaba a medida que descendíamos. 




Demoramos, continuando con las  fotos, dos horas y media en llegar al refugio Grajales. Tras saludar a algunos amigos y conocidos que en él estaban, nos metimos en las carpas y a descansar.

            Al día siguiente, domingo 17, sin ningún tipo de apuro y luego de desarmar el campamento, partimos a las 8,30 horas hacia la zona del puente colgante, donde estaban los vehículos.  De ahí a Mendoza.


FICHA DE ASCENSO:

CERRO PENITENTES  (Mendoza – Argentina)   

4.356 m. por GPS;
4.342 m por Google
Ascensión realizada desde el 15 al 17 de Noviembre de 2013
Fecha de cumbre: 16 de Noviembre de 2013.

Integrantes de la expedición:
Jaime D. Suárez, Cnel. José H. Hernández, Jaime Suárez

Ruta:
Por la Quebrada de Vargas, ingresando desde la RN 7 en la posición 32° 50.008'S y 69° 52.058'O.

Ubicación:
Esta montaña se encuentra al Oeste de la provincia de Mendoza,  en la posición  32° 52.746'S y 69° 52.444'O. a unos 11 Km. del límite con Chile.

Dificultad:
Leve. Poco difícil. Es conveniente algo de aclimatación y también experiencia en altura, y conocimiento de Los Andes o guía.

Equipo:
Tienda de altura. Hornillo. Abrigo de Alta Montaña. Rompevientos. Bolsa de dormir de altura. Guantes, buenos zapatos de trekking, bastones, gorro, gafas U.V., GPS.





                                                                                  Jaime Suárez
                                                                                  Noviembre 2013

Otros WP

Ref.Grajales            32° 52.501'S  69° 53.911'O
3.620 m                   32° 52.803'S  69° 53.618'O
3.990 m                   32° 53.002'S  69° 53.171'O
Nieve 4.173 m         32° 53.019'S  69° 52.797'O
Cumbre                   32° 52.746'S  69° 52.444'O     4.356 metros




                             Aconcagua desde el cerro Penitentes





11 diciembre, 2009

SIERRA DEL NEVADO

C° NEVADO, SIERRA DEL NEVADO





SIERRA DEL NEVADO


Cerro Nevado - 3.829 m - Mendoza


ascendido el 6 Diciembre 2009


Por Jaime Suárez


El objetivo
La cúspide del Cerro Nevado, se yergue en la Sierra del Nevado, separada de la cordillera central de Los Andes, al encontrarse a más de 170 kilómetros del límite fronterizo con Chile. Es punto limítrofe entre los departamentos de San Rafael y Malargüe, en Mendoza.
No sólo había contemplado la imponente presencia de la Sierra del Nevado al haberla observado desde la cumbre del Payún Liso, sino que también en muchas ocasiones miré su aislado perfil desde la ruta de San Rafael hasta General Alvear y también transitando hacia Las Leñas o Malargüe. Siempre sobresaliendo entre todo el contorno que la rodea. Impone una manifiesta presencia. Es la clase de montaña que al mirarla uno desea ascenderla. Y como toda montaña emblemática tiene sus leyendas y hasta la muerte de un entrañable montañero que con mucha ilusión coronó sus crestas. Esta solitaria mole tiene en sus alrededores múltiples conos por los 2.000 metros de altura que pululan en una zona volcánica que se manifiesta en su plenitud, unos 100 kilómetros más al sur, en la Payunia.

La expedición
Partimos desde Mendoza, con la deserción de algunos componentes, a las 10 de la mañana, recorriendo la ruta 40 hasta empalmar con la 144, y con nuestro objetivo a la vista, llegamos a la 180 que continuamos sobre asfalto hasta El Nihuil. A partir de allí, y sobre camino de ripio, en la 180 transitamos unos 66 kilómetros y llegamos al ingreso al Puesto San Carlos (S35 36.199 O68 40.252, 1.949 m). En ese punto una huella nos acercaría a nuestra montaña. Un poco más adelante saludamos a Don Maya que está a cargo del puesto San Carlos y continuamos por la huella hasta llegar al Puesto Toscalito, a cargo de Don Juan Rojas (S35 37.711 O68 31.826, 2.405 m.) Estos puestos basan su economía en la crianza de chivos y algo de ganado, y fabrican quesillo. Desde la ruta al puesto habíamos cursado unos 14 Km. Eran casi las 17 horas.

Solicitamos el permiso para ingresar a la zona del cerro y con grata sorpresa, tras una amistosa charla, nos enteramos de que existía un zigzageante sendero, que llegaba hasta la zona de las antenas, sobre los 3.400 metros. En un viejo y tartamudo cartel se podía tratar de leer: CONSTRUC. ACCESO C° EL NEVADO, DIRECC. PROV. DE VIALIDAD. Decidimos continuar por el sendero hasta una mejor altura y establecer el campamento base. Arreglamos con Don Rojas para que nos preparara al día siguiente un chivito asado, al retorno de la cumbre. Montañista amigo, te sugiero hagas lo mismo.

Campamento Base Proseguimos ascendiendo hasta llegar a la altura de los 2.700 m. En un costado de una cerrada curva del sendero, apartados unos metros del mismo, y disfrutando de la vista de la brillosa superficie de la Laguna de Llancanelo, que se extiende sobre los 1.334 metros de altura, armamos nuestro campamento.


Campamento Base, a la llegada al Nevado 2.713 m.
Nuestra posición era S35 36.493 O68 31.625, 2.713 m. Estábamos a unos 55 Km. de distancia y a más de 1.300 metros por arriba, de la laguna Llancanelo. El trecho a la cumbre era de 4,5 Km. y nos empezaron a preocupar unos negros nubarrones que se acumulaban sobre nuestras cabezas. Al anochecer sólo pudimos apreciar, hacia el Oeste, las luces de la ciudad de Malargüe, lamentablemente ninguna estrella brillaba en el oscuro cielo.

Aproximación
Salimos a las 9 de la mañana, con toda la carga en el vehículo, tratando de lograr una mejor altura y aproximación para encarar la cumbre. Previa pinchadura con destrucción de un neumático y colocación de uno de los de repuesto, llegamos al punto en que quedaría la camioneta, S35 35.432 O68 30.010, 3.323 m. Era suficiente, aunque se podría haber continuado un poco más. Carlos, por indisposición, quedaría en la camioneta. Partimos pasados quince minutos de las diez. El vehículo quedo a los 3.323 metros de altura

El desnivel a superar hasta la cumbre era de poco más de 500 m. Colocamos el polar, guantes y el rompevientos en la mochila, junto con agua y comida de marcha y encaramos resueltamente el ascenso. Nos separaban casi 700 metros de distancia hasta la zona de las antenas. El comienzo fue bastante fácil hasta alcanzar las antenas, donde llegamos a las 11,20 horas mientras que una cerrada nube nos comenzaba a rodear. Evidentemente la huella había sido horadada en la montaña para acceder al mantenimiento de repetidoras y antenas varias. Pero ahí terminaba. S35 35.079 O68 29.925, 3.589 m A partir de aquí la nube sólo permitía adivinar un incipiente y ascendente suceder de crestas.

Con todo el abrigo encima, y envueltos en la espesa nube que nos impedía progresar con confianza y poder admirar el paisaje, avanzábamos mirando el punto prefijado de cumbre del GPS. Restaban 950 metros de distancia y 240 metros de desnivel.
A las 12 horas, ya superada la mitad de trayecto, en la posición ASC1 S35 34.926 O68 29.613, 3.714 m. nos detuvimos a descansar unos minutos mientras nos azotaba una fuerte y fina ventisca. Continuamos el ascenso esperando poder superar la nube, parando nuevamente a las 12,30 horas en ASC 2 S35 34.887 O68 29.487, 3.774 m. Faltaban sólo unos 50 metros de altura para la cumbre.

Ya muy cerca de la cumbre...

Redoblamos el esfuerzo a pesar del frío y la escarchilla que tapizaba las piedras y se acumulaba en nuestras caras y ropa y continuamos resueltamente. Minutos después a las 12,50 horas habíamos culminado la última cresta y nos encontrábamos en la parte más alta del cerro. No se podía avanzar más. Buscamos la mayor altura del pequeño sector plano. La cruz de cumbre estaba volcada entre las piedras cumbreras. La colocamos en su lugar asegurándola lo mejor posible.



La cruz de cumbre, que debimos reinstalar y asegurar con piedras

La posición S35 34.834 O68 29.407, y el GPS marcaba 3.829 m. Estábamos en la cima de nuestro objetivo. El imaginado paisaje que pensábamos observar desde la cumbre de nuestra montaña no era posible contemplarlo, ni siquiera las antenas que se agrupan a unos 900 metros de distancia. Prácticamente no nos veíamos nosotros. Sacamos las fotos de rigor y desdeñamos llevar algún alimento a la boca y buscar algún libro de cumbre, ya que arreciaba un fino granizo.
Descenso complicado y regreso a cumbre
Iniciamos con Marcela el descenso, pasadas las 13 horas, inmersos en la ventisca y con muy poca visibilidad. Encaramos el sentido por el que habíamos accedido a la cumbre y fuimos descendiendo poco a poco sorteando crestas y cruzando por delicados pasos donde había que extremar los cuidados por estar mojada y nevada la roca. No se veía prácticamente nada. Consultando el GPS, 180 metros más abajo de la cumbre, apreciamos que estábamos descendiendo por la vertiente sureste, en sentido contrario a los WP de ascenso. En primera instancia no lo creíamos, hasta llegamos a desconfiar del GPS. Caminamos, aún no convencidos, unos metros siguiendo el compás y efectivamente el descenso nos alejaba de la ruta inicial. Debíamos volver a la cumbre, a pesar de las condiciones climáticas. Por la fisonomía del terreno era imposible cortar camino hacia algún WP conocido. A las 15,50 horas, dos horas y media después del inicio del descenso, involuntariamente coronábamos por segunda vez el Nevado. Enigmáticamente, en ese momento, y con nada de visibilidad, la tendencia volvía a ser descender por donde lo hicimos. Pero tiramos el WP de ASC 2 y extremamos al máximo la tendencia del sentido de su ubicación. Veinte metros después de la cruz, un simple filo de fin de cresta, que corre en sentido norte-sur y mide escasos 30 metros, derivaba hacia un rumbo u otro. Ahí estaba la clave. Era imposible apreciarlo con tormenta.




Recién analizando Google se pudo determinar la facilidad de poder confundirse, al regresar, especialmente con tormenta.

Apenas arribamos al WP ASC2 comenzamos a sentirnos más seguros, a pesar de estar inmersos en la nube y ver muy pocos metros adelante. Seguimos descendiendo hasta llegar al siguiente WP y al de las antenas. Pronto apareció la huella y algo más de visibilidad. Eran las 17 horas y ya pudimos ver, unos doscientos cincuenta metros más abajo, nuestra camioneta. Sacudimos la escarcha de nuestras ropas y cincuenta minutos después, junto a Carlos, estábamos arrancando el vehículo.
Regresamos al puesto y mientras Don Rojas comenzaba a asar el chivito, armamos nuestro campamento, al lado de su casa. A las 20 horas, sentados a la mesa, hincábamos el diente en el chivo asado, que acompañamos con una botella de malbec. Sólo teníamos en nuestro estómago el desayuno del día y mucha hambre. Está de más decir que fue una exquisitez gastronómica.



El puestero Juan Rojas cortando el asado chivo


La consiguiente charla con la gente del puesto, luego del almuerzo-cena y escuchar anécdotas y sucesos de esta bella y aislada sierra fue la antesala al merecido descanso que decidimos encarar con el mismo fanatismo que el usado para alcanzar las dos cumbres del día. Uno de los ocho perros del puesto, y no sé bien por que tipo de decisión del grupo canino, se acomodó en forma circular al lado del acceso a la carpa. A mitad de la noche comenzó a caer granizo muy fino que tapaba al animal, quién con mansedumbre no abandonaba su puesto. Durante la noche algún animal que se acercó, motivó algún ronco ladrido, y a la mañana, mientras los puesteros acomodaban tambores de acero para recoger el agua que fluía de los techados, hasta se atrevió a ladrarles. Lógicamente se ganó un buen desayuno.
Ya se imponía el regreso al haber culminado el ascenso al Nevado. Nos despedimos de esta hospitalaria gente y encaramos el retorno.


Jaime Suárez
Diciembre 2009

Trazo de los WP en mapa con curvas de nivel
Cerro NEVADO 3.829 msnm - SIERRA DEL NEVADO - MENDOZA

Datum, WGS 84

A Puesto S CAR. S35,36.100, O68,40.252, 1949 m
Pto Rojas S35,37.711, O68,31.826, 2405 m
CPto Base S35,36.493, O68,31.625, 2713 m
Camioneta S35,35.432, O68,30.011, 3323 m
Antenas S35,35.080, O68,29.925, 3589 m
ASC 1 S35,34.926, O68,29.613, 3714 m
ASC 2 S35,34.888, O68,29.488, 3774 m
C° NEVADO S35,34.834, O68,29.407, 3829 m




FICHA DE ASCENSO

Cumbre alcanzada:
Principal cumbre de la Sierra del Nevado. Posición S 35°34´834 y O 68°29´407.
Altitud
Figura en algunos mapas de Mendoza con 3.810 m sobre el nivel del mar. Estimada en cumbre por GPS 3.829 m.
Ruta
Por la vertiente suroeste.
Integrantes de la expedición:
Marcela Cicchelli, Carlos Gómez, Jaime Suárez.

Ubicación
Al sur de Mendoza, a unos 100 kilómetros al Este de Malargüe. En ese mismo sentido, entre ambos puntos se encuentra la Laguna de Llancanelo. Hacia el Noreste, y también a casi 100 Km. se encuentra la ciudad de General Alvear. Hacia el Norte, el Embalse de El Nihuil está a 60 kilómetros.
Época más adecuada de ascenso:
Prácticamente todo el año con mayor cuidado en invierno en que alguna nevada puede aislar la zona.
Dificultad
Fácil, a excepción de los últimos 240 metros de desnivel, desde la zona de las antenas a la cumbre principal de la sierra, casi 1 Km. de distancia. Existen pasos que requieren cuidado, en especial durante tormentas y nevadas. El retorno desde la cumbre, en situaciones extremas, requiere precaución.
Equipo
Tienda. Abrigo de alta montaña. Rompevientos, chaqueta o campera y bolsa de dormir de altura. Guantes y mitones, zapatos, ya que a pesar de que no es mucha la altura de esta montaña, se puede pasar frío. Bastones, gorro, gafas U.V., GPS. Llevar agua, no hay en la zona.
Acceso
Desde Mendoza se puede acceder por la ruta 40, pasando 25 de Mayo y empalmando la ruta 180 hasta el Embalse Nihuil. Desde la Villa El Nihuil, por la misma ruta, con camino consolidado y tras unos 66 kilómetros se llega al punto Acceso a Puesto San Carlos. Se explican más detalles en relato. Viniendo desde General Alvear, averiguar estado de la ruta l84 o continuar hasta San Rafael y hacer el acceso por la 40.

Jaime Suárez


17 septiembre, 2009

VALLECITOS

Cordón del Plata



                                       Cordón del Plata (Vallecitos)











VALLECITOS, CORDÓN DEL PLATA, Cumbres varias

(en ajustes)





El cordón de El Plata desde la ruta 7, antes de Potrerillos, Mendoza



El Cordón del Plata, donde se encuentra Vallecitos, a 80 km de la ciudad de Mendoza, se extiende paralelo a la Cordillera de Los Andes por unos 60 kilómetros. No pertenece a la cordillera central ni a la precordillera, siendo de una más reciente formación geológica, que se manifiesta en los espigados perfiles de sus principales cumbres, que concentradamente, por unos 25 kilómetros, sobresalen con alturas que van desde los 4.000 a los 6.000 metros. La variedad de cumbres, cercanas entre si y con variados niveles, unido a la existencia de refugios y abundante agua, permiten lograr que un novel andinista desarrolle paulatinamente su aprendizaje y aclimatación. Ello convierte a este cordón en una estupenda escuela de alta montaña, siendo corolario de las actividades el ascenso a su máxima altura, El Plata (6.000 m), cuyo perfil majestuosamente se yergue en la distancia a la vista de la ciudad de Mendoza. El Plata es también una meta casi obligada, como antesala para un ascenso al Aconcagua. Coronarlo permite, en algún aspecto, proyectar una tendencia positiva hacia el logro de la principal cumbre de América.





Principales cumbres del Cordón del Plata












Cerros, El Plata, Vallecitos, y Rincón (con ventisca), desde el pueblo de Potrerillos, Mendoza






El Cordón del Plata desde el nuevo pueblo de Potrerillos




EL PLATA

EL PLATA - Vallecitos

Todo cambia en el constante devenir de la vida. Cambió la altura de esta montaña. Cuando la subí, en enero de 1986, tenía 6.310 metros de altura, medida esencialmente con los viejos altímetros Thommen que manejábamos en el Club Andinista Mendoza. Y cambió el uso de ésos, entonces admirados altímetros, con la aparición del fantástico posicionador satelital o GPS, que tan bien nos ubica en cualquier sitio y altura de la cordillera. Pero con la salvedad que este artilugio nos hizo retroceder en más de 300 metros la altura de esta montaña, que ahora y con dificultad roza los casi 6.000 metros.
No había regresado a sus faldeos desde hacía 24 años. Lamentablemente con pocos días y con una molesta situación climática que impediría a nuestro grupo concretar su ascenso.
Pude contemplar con tristeza como han desaparecido masas de hielo y como se aprecian grietas abiertas, exhibiendo su base glaciar, en las morrenas adyacentes a la zona del Salto.
No hay ya límite de maniobra. ¡Cuidemos el agua! ¡Evitemos el accionar de la minería química! y juzguemos a los funcionarios que obtienen ingresos de las mineras, cualquiera sea el destino que le den a ellos. No hay marcha atrás en este proceso y forma parte todo esto de otro cambio, que lamentablemente no es para bien, especialmente para nuestros descendientes.

El 24 de enero de 1986, junto con Mauricio Marquez y Susana Céspedes, luego de haber accedido el día anterior, en Vallecitos, al Refugio San Bernardo, hicimos un primer campamento en Las Veguitas.
Iba a probar una excelente prenda, una parka rellena con Thinsulate, que luego también usaría en el Aconcagua en tres ocasiones más. Este producto, por su poco espesor y gran poder de aislamiento, remplazaba a la perfección, y con ventajas, a la pluma de ganso.
Al día siguiente avanzamos hasta un poco más arriba de El Salto; habiendo atravesado previamente varios manchones de glaciar, que hoy no existen. Desde ahí partiríamos el día siguiente, a las cinco de la mañana, para intentar la cumbre.
Luego de una dura travesía, dificultada por un fuerte y constante viento, llegamos a la cumbre a la una de la tarde. Dejamos nuestro comprobante, y retiramos el de la expedición anterior. Para nuestra sorpresa apareció en la lata de pelotas de tenis que guardaba los comprobantes de cumbre, un bello rosario de cuentas, que le había regalado (más tarde nos enteramos) Lanza del Vasto a Don Vicente Chicchitti. Este murió pocas horas después de regresar de esta cumbre. Pero es otra historia, de las tantas que hay en nuestra cordillera, que ya contaré
Veinticuatro años después, entre tormenta y recuerdos, y no dejando de preocuparme por ver varios cauces secos, se inició el camino de regreso.

Jaime Suárez

WP CERRO EL PLATA

Datum,WGS 84

1 Camioneta, -32,58.696, -69,21.565, 2930,m

2 Veguita, -32,58.550, -9,22.252, 3232,m

3 Piedra Grande, -32,58.879, -69,23.344, 3547,m

4 El Salto, -32,58.768, -69,24.890, 4300,m

5 Shangri La, -32,58.824, -69,24.997,

6 La Hoyada, -32,59.437, -69,25.600,

7 PORT L. AMARILLAS, -32,59.744, -69,25.864, 4860,m

8 EL PLATA, -33, 0.939, -69,27.281, (ajustar) 5950,m











El Plata; al fondo el Aconcagua y el Cordón de la Jaula






El Plata, 6.000 m, cumbre enero 1986





Cumbre de El Plata y al fondo en la distancia el Tupungato





VALLECITOS

C° VALLECITOS






Vista del Vallecitos durante el inicio del ascenso



El Salto (foto M. Cicchelli)







Tramo final hacia la cumbre desde el portezuelo Plata-Lomas Amarillas











RINCON






Cerro Rincón (al fondo, al medio), poco antes de El Salto, Potrerillos, Mendoza







Tuti; Celina, Jaime y Karina - Cumbre Rincón, 1985.
atrás el cerroVallecitos, al fondo cumbre de El Plata, 6.000 m






FRANKE





El Franke desde Manantiales, en Potrerillos





Franke, Lomas Amarillas y Vallecitos, desde Las Veguitas






En la cumbre del Franke








Regresando en el sector de cumbre








SAN BERNARDO







El San Bernardo desde las veguitas






Cumbre del San Bernardo




LA CADENITA




Vista de Manantiales-El Salto, Potrerillos y el dique, desde la cumbre del Lomas Blancas




LAS VEGUITAS


Panorama, desde donde queda el vehículo, hacia Las Veguitas...




Ascenso hacia Las Veguitas






Vallecitos, vista general desde Las Veguitas

(foto antigua, observar los cauces que descienden)




Casi la misma foto, noviembre 2009, los cauces de la foto anterior no tienen agua.




ZONA REFUGIOS

Jaime Suárez


Vallecitos, refugio de la UNCuyo










No bote basura en la montaña





LAGUNA DEL PLATITA

LAGUNA DEL PLATA



Por Jaime Suárez



El Cordón del Plata, en Mendoza, florece orgullosamente con sus principales cumbres por unos 25 kilómetros, en el cielo azul y las montañas de la precordillera. Pero es mucho más largo. Nace, al sur, en la zona del portezuelo de Santa Clara y extiende su recorrido, paralelo a la cordillera, por más de 60 kilómetros hasta terminar en la cuenta del Río Mendoza.
Hacía años que conocía de la existencia de una laguna, denominada “Laguna del Plata” ubicada en la base del Cerro Negro, y detrás del Platita, en las cercanías de la pared sudeste de El Plata. Éste con sus 6.000 metros es la montaña más alta del cordón e impone su nombre al sistema, incluida la laguna. Esta laguna es tal vez la única del sistema y por su altitud y muy dificultosa observación, es muy poco conocida y difícil de encontrar.
Todo esto alimentaba la leyenda sobre este espejo de agua de deshielo, que quería conocer. Compartía estas inquietudes con mi hermano Enrique y mi amigo Alberto Castillo quién tenía amistad con Alejandro Maselli, administrador del puesto “Las Lajas” y de la propiedad donde se encuentra la laguna. Aprovechando la oportunidad para una expedición, organizamos entre todos una cabalgata, que para Alejandro sería posterior oferta turística.
Partimos desde Mendoza un viernes a la noche y previo paso por Potrerillos, dormimos en zona turística de Las Vegas, a los 2.050 metros, en la casa de Alberto. Al día siguiente debíamos estar a las 7 de la mañana en el Puesto Las Lajas. Llegamos puntualmente tras 4 kilómetros de marcha en camioneta. La posición es S33°02´487 O69°19´251 a los 2.385 m. Alejandro con su gente, estaba reuniendo los caballos bajo una incipiente luz naranja que se empezaba a asomar entre los picos que nos rodeaban.

Puesto Las Lajas, a los 2.385 m, Cordón del Plata, Mendoza


A las 9 de la mañana abandonábamos el puesto nueve jinetes, dos mulas cargueras y tres perros que ni a sol ni sombra se separarían de nosotros en toda la aventura.
Cruzamos el Arroyo de las Mulas y dos kilómetros y medio más adelante nos detuvimos a apreciar “los morteritos”.

Los morteros, en la zona de "Los Morteritos"



Son tres morteros, horadados en una piedra grande, un poco más alta del nivel del suelo, que fueron utilizados por los indios de esa zona para machacar especias y semillas. Seguramente un asentamiento de cierta importancia.

Continuamos nuestra marcha acomodando poco a poco y paso a paso nuestro cuerpo a la silla y a marcha de los caballos. Pasamos la zona de las Vegas a los 2.773 m. Un kilómetro más de marcha nos posicionó en los 3.000 metros de altura donde les dimos un pequeño descanso a los animales. S33°02´392 O69°21´750.

Vista durante el ascenso de Las Vegas, y el dique de Potrerillos


En los 3.500 metros ya se notaban dificultades al transitar algunos pasos en las laderas y penachos, con largos e inclinados desniveles que terminan en el arroyo Las Mulas. Otro cresteo nos colocó en un abra a los 3.670 metros. Desde ahí nos esperaban dos largos e inclinados acarreos, en el último de los cuales debimos descender de los caballos, y tirarlos de las riendas.


Transitando acarreos que caen 300 metros más abajo al arroyo de Las Mulas

No había huella alguna y nos rodeaban nubes. Llegamos a la subida final a la laguna, las nubes quedaron por debajo, a los 3.922 metros de altura, S33°03´549 O69°23´552.

Un cauce de agua que caía desde lo alto dividía en dos peculiares colores la inclinada faz a ascender. Un tono marrón claro en la mitad este, que se proyectaba hasta la cumbre del Platita y el otro tono plomizo, en la mitad oeste, que ascendía hacia el Negro. Seguramente aprovechó la laguna una falla geológica para filtrar y formar este arroyo.

El ascenso final a la Laguna del Plata


Nos separaban unos 160 metros por esta empinada y pedregosa ladera bicolor hasta llegar a la parte superior en que debía encontrarse la laguna. Los caballos no aguantaban nuestro peso y el esfuerzo. Consideremos que estábamos cerca de los 4.000 metros y llevaban más de 5 horas de marcha. Convinimos desmontar e irlos jalando de las riendas. Lo que supusimos sería una cabalgata se había convertido en una expedición de montaña, lo que no dejaba de alegrarme. Comenzamos con cortos zig-zag ganando poco a poco cada metro que nos separaba del collado superior. Cada vez que parábamos a descansar debíamos tirar de las riendas con la fuerza suficiente para convencer al animal que siguiera subiendo.

Poco a poco ascendimos hasta el portezuelo Platita-Cerro Negro. La altura era 4.082 metros, la posición S33°03´826 O69°24´046. ¡No debíamos subir más! Ante nosotros apareció un valle bastante plano donde a unos 500 metros de distancia, al final del mismo, se podía divisar la laguna, cuyo espejo se cortaba entre el cielo y las nubes. Pudimos subir nuevamente a los caballos en la planicie. Los equinos agilizaron el paso ya que la planicie descendía suavemente y muy pronto pudimos tocar con las manos el agua de la laguna.

Laguna del Plata
A las 14,30 y luego de haber demorado seis horas y media para cubrir los 9 Km que nos separaban del puesto Las Lajas habíamos llegado. La altura 4.071 metros y la posición S33°03´735 O69°24´348.

Laguna del Plata

Toda la planicie transitada y en la cual se encuentra la laguna, parece ser una morrena que tapa un inmenso glaciar que nivela sobre los 4.000 metros la unión de la ladera marrón claro del Platita con la de color plomizo del Cerro Negro.

Laguna del Plata


Había lugares en los que la pisada de nuestros caballos dejaba una huella que pronto se llenaba de agua. También observamos que grandes piedras se habían semienterrado adoquinando grandes sectores de la superficie.

La filtración de este glaciar forma las nacientes del Arroyo de las Mulas. Ya no se puede hablar más de “nieves eternas”. No dejó de preocuparme lo que pasará el día que se agoten esas reservas de “oro blanco”. El retroceso de los glaciares y la forma en que se agrietan y menguan las morrenas es muy notoria. Todos debemos preocuparnos más sobre este tema.

La laguna mide en su parte más larga unos 250 metros con un ancho de aproximadamente 180 metros. No hacía frío y curiosamente las nubes se formaban y disipaban muy rauda y rápidamente. Sacamos las monturas a los caballos para que descansaran un poco y luego, recostados en las piedras y mirando la laguna, engullimos una comida liviana de pan con queso y salame.

Se imponía el regreso y encarar con cuidado la bajada de la planicie de la laguna y luego cruzar los acarreos de las empinadas laderas hasta llegar al campamento donde pasaríamos la noche.


Campamento al regreso


Llegamos a la zona del Pozo del Alumbre, luego de bajar 1.000 metros de desnivel y en la verde vega armamos el campamento ya con las primeras sombras del atardecer. Estábamos cansados y recién al día siguiente, previo un peculiar desayuno compuesto por un exquisito asado, emprenderíamos el retorno hasta el puesto.

Enrique, Alberto y Jaime, luego del asado vendria el retorno


Jaime Suárez
Noviembre de 2004