ascendido el 17 Octubre 2003
Cráter del Galán, borde sur
5.912 m.s.n.m.
EXPEDICIÓN REALIZADA DESDE EL 13 AL 18 DE OCTUBRE DE 2003 POR MIEMBROS DE U.P.A.ME., C.A.M. Y JANAJMAN.
INFORME DE LA EXPEDICIÓN DE CUMBRE
Y EXPLORACIÓN
Fecha de inicio: 13 de Octubre de 2003.
Fecha Finalización: 18 de Octubre de 2003.
Cumbre: principal Volcán Galán, 5.912 m.
Ubicación: Noreste de Catamarca, en el límite con Salta. L S 25°56´394 y L O 66°55´142.
Fecha de Cumbre: Viernes 17-10-2003.
Objetivos: Exploración de este volcán, con indicación de cumbre, alturas y rutas de acceso.
VOLCÁN GALÁN
Volcán Galán, ¡El cerro de las Estatuillas...! Mientras me dirigía en mi auto para encontrarme con el resto de la expedición en Hualfil (Catamarca) no dejaba de pensar en la lectura que sobre esta montaña había hecho en el estupendo libro “El Enigma de los Santuarios Indígenas de Alta Montaña” de Don Antonio Beorchia Nigris. En él se citan relatos del Dr. Rolf Dangl y de Matías Rebitsch -el famoso alpinista austríaco que también estuviera en el Llullaillaco-, tales como que... “al poner pie en el punto más elevado del alargado filo de la cumbre, encontró tres círculos de muros, tapados hasta arriba con escombros”. También que partió Rebitsch en 1956, para investigarlos, cabalgando desde Angastaco, Salta, hasta el pie del “Gallán” y que ascendió desde un campamento a 5.300 m. y al llegar a la cumbre contempló las citadas construcciones muradas donde comenzaron sus investigaciones durante dos días más, incluidos los ascensos y descensos. Encontró entre otras cosas una pequeña escultura de llama de material de concha, una bolsa con coca, un ídolo de plata con vestidos multicolores en miniatura, luego otro, y finalmente una tercer estatuilla. Hasta aquí mis recuerdos de estos datos, pero eran más que suficientes para motivarnos a realizar tan esperada expedición.
Ubicación
El multicumbrero macizo del cerro Galán, con un diámetro aproximado de unos 20 kilómetros de Norte a Sur y unos 15 kilómetros de Este a Oeste, florece dentro de una caldera volcánica de unos 35 km. de alto por unos 25 km. de ancho. Aparecen así en el inmenso cráter algunas decenas de cumbres que constituyen el “cerro Galán” muchas superiores a los 5.500 metros y entre las cuales se hallaba la que había subido Matías Rebitsch y deberíamos ascender. A la izquierda de la caldera descansa la Laguna Diamante cerca del punto de confluencia de los 26° de latitud Sur y 67° de Longitud Oeste, la que es una preciosa muestra salada de un muy antiguo inmenso cuerpo de agua que ocupaba gran parte del cráter. Hay también un pequeño río, mejor diría arroyo, el Rebitsch, que lo bordea en su sector Este, con cauce muy moteado por formaciones de pasto. Probablemente nazca desde afluencias del faldeo Este frente a la cumbre del Galán, y se dirija de Sur a Norte hacia el zona del Salar del Hombre Muerto, y llamaremos Río Rebitsch y un arroyo Sur que nace también con afluencias del sector Este y del Sur del Galán desembocando, con otras filtraciones, formando el Río Diamante, , terminando con sentido Norte a Sur en la laguna Pabellón, previa y cercana a la Diamante. Hay una tercer y pequeña laguna en el sector Noreste del cráter, dentro de un cono volcánico, llamada “Culismundi” o “ Perla del Galán” .
Hasta la década de los años 70 se lo conocía como Cerro Gallán, y fue recién con la aparición y estudio de las fotos satelitales cuando se descubrió que toda esa zona era un inmenso cráter volcánico. Es muy valioso el aporte que las fotos satelitales hacen a los andinistas que aprenden a interpretarlas, en especial en zonas y montañas poco conocidas. Las cartas suelen necesitar actualizaciones en esas circunstancias. En el caso del Galán su posicionamiento en las cartas es claro, y las mismas reflejan la geografía que lo rodea con excepción de la laguna “Culismundi” y el arroyo Rebitsch. La posición de cumbre que tomamos fue Latitud S 25°56´394 y Longitud O 66°55´142, y la altura 5.912 metros.
El Encuentro e inicio de la aventura
El lunes 13 de Octubre y tras completar setecientos kilómetros desde Nono, donde había participado en el 4° Encuentro Nacional de Montañistas, pude encontrarme en Hualfil, Catamarca, con Hans y el resto de los expedicionarios. Parte del grupo había salido el día anterior directamente desde Mendoza, y a él se había unido Alejandro que venía desde Salta. En el Automóvil Club de Hualfil llenamos los tanques de gas-oil y un bidón extra cada uno. A partir de esta localidad se haría dificultoso obtener combustible. Con toda la carga distribuida decidimos continuar. Regresamos hacia el Sur unos kilómetros hasta el cruce que sale para Antofagasta de la Sierra y tras unos 8 km. desviamos en Puerta de Corral Quemado hacia Villa Vil, donde intentaríamos dormir dado la hora y el agotador viaje. Una charla con el intendente que se encontraba en los baños termales nos permitió enterarnos de que el lugar en que daban pensión se hallaba ocupado en su totalidad. Nos aconsejó continuar los 18 kilómetros que nos separaban de Barranca Larga, 26°59´120 y 66°44´314, a los 2.500 metros de altura, donde felizmente nos hospedamos en una hostería-almacén-bar que había sobre la ruta. Por 6 pesos por cabeza descansamos muy bien. Una rápida cena y al día siguiente continuaríamos hacia El Peñón.
Pronto, y por un camino muy bien consolidado pasamos por la zona de la Quebrada Peña Fría, donde tomé la posición, 26°44´563 67°04´180 con 3.895 metros. Nuestro camino había rodeado la Laguna Blanca y más adelante apareció una apacheta ubicada a los 3.987 metros en posición 26°44´632 y 67°06´257 previa a la bajada a Laguna Pasto Ventura y luego vimos el Puesto Ventura a 3.890 m (26°41´310 y 67°10´997). Desde hacía ya muchos kilómetros podíamos contemplar preciosas y despreocupadas manadas de vicuñas. El hecho de ser la zona una reserva natural y de estar prohibida su caza, ha permitido un importante aumento de estos camélidos. Es muy agradable poder verlos a la vera del camino. Con rápida trepada recuperamos los metros descendidos y a los casi 4.000 metros estábamos en el Paso Ventura, en la posición 26°40´866 y 67°11´771. Pudimos admirar a más de 100 km. de distancia las partes más altas de los inconfundibles perfiles del San Francisco (6.008 m.) y el Inca Huasi ( 6.638 m) en el Paso de San Francisco. Siguiendo el viaje aparece otra laguna blanca, a los 3.833 metros, en posición 26°38´014 y 67°14´280, y finalmente, ya al mediodía accedimos a El Peñón 3.450 m 26°28´547 y 67°15´880. En este sitio pasaríamos la segunda noche. Nos acomodamos en la sección de Hospedaje que tiene la Municipalidad del lugar ($ 7,00 por cabeza). Donde entre otras comodidades cuenta con servicio telefónico y mesas y sillas. Esta población tiene 300 personas y se pueden adquirir artículos regionales de telar. Luego del almuerzo salimos a recorrer los alrededores y ascendimos en proceso de aclimatación un pequeño cono volcánico cercano. Nos vino muy bien el ejercicio aunque ninguno de nosotros aquejaba ningún malestar por la altura.
El Miércoles 15 saldríamos desde este pueblo a las 9 de la mañana.
5.912 m.s.n.m.
EXPEDICIÓN REALIZADA DESDE EL 13 AL 18 DE OCTUBRE DE 2003 POR MIEMBROS DE U.P.A.ME., C.A.M. Y JANAJMAN.
INFORME DE LA EXPEDICIÓN DE CUMBRE
Y EXPLORACIÓN
Fecha de inicio: 13 de Octubre de 2003.
Fecha Finalización: 18 de Octubre de 2003.
Cumbre: principal Volcán Galán, 5.912 m.
Ubicación: Noreste de Catamarca, en el límite con Salta. L S 25°56´394 y L O 66°55´142.
Fecha de Cumbre: Viernes 17-10-2003.
Objetivos: Exploración de este volcán, con indicación de cumbre, alturas y rutas de acceso.
VOLCÁN GALÁN
Volcán Galán, ¡El cerro de las Estatuillas...! Mientras me dirigía en mi auto para encontrarme con el resto de la expedición en Hualfil (Catamarca) no dejaba de pensar en la lectura que sobre esta montaña había hecho en el estupendo libro “El Enigma de los Santuarios Indígenas de Alta Montaña” de Don Antonio Beorchia Nigris. En él se citan relatos del Dr. Rolf Dangl y de Matías Rebitsch -el famoso alpinista austríaco que también estuviera en el Llullaillaco-, tales como que... “al poner pie en el punto más elevado del alargado filo de la cumbre, encontró tres círculos de muros, tapados hasta arriba con escombros”. También que partió Rebitsch en 1956, para investigarlos, cabalgando desde Angastaco, Salta, hasta el pie del “Gallán” y que ascendió desde un campamento a 5.300 m. y al llegar a la cumbre contempló las citadas construcciones muradas donde comenzaron sus investigaciones durante dos días más, incluidos los ascensos y descensos. Encontró entre otras cosas una pequeña escultura de llama de material de concha, una bolsa con coca, un ídolo de plata con vestidos multicolores en miniatura, luego otro, y finalmente una tercer estatuilla. Hasta aquí mis recuerdos de estos datos, pero eran más que suficientes para motivarnos a realizar tan esperada expedición.
Ubicación
El multicumbrero macizo del cerro Galán, con un diámetro aproximado de unos 20 kilómetros de Norte a Sur y unos 15 kilómetros de Este a Oeste, florece dentro de una caldera volcánica de unos 35 km. de alto por unos 25 km. de ancho. Aparecen así en el inmenso cráter algunas decenas de cumbres que constituyen el “cerro Galán” muchas superiores a los 5.500 metros y entre las cuales se hallaba la que había subido Matías Rebitsch y deberíamos ascender. A la izquierda de la caldera descansa la Laguna Diamante cerca del punto de confluencia de los 26° de latitud Sur y 67° de Longitud Oeste, la que es una preciosa muestra salada de un muy antiguo inmenso cuerpo de agua que ocupaba gran parte del cráter. Hay también un pequeño río, mejor diría arroyo, el Rebitsch, que lo bordea en su sector Este, con cauce muy moteado por formaciones de pasto. Probablemente nazca desde afluencias del faldeo Este frente a la cumbre del Galán, y se dirija de Sur a Norte hacia el zona del Salar del Hombre Muerto, y llamaremos Río Rebitsch y un arroyo Sur que nace también con afluencias del sector Este y del Sur del Galán desembocando, con otras filtraciones, formando el Río Diamante, , terminando con sentido Norte a Sur en la laguna Pabellón, previa y cercana a la Diamante. Hay una tercer y pequeña laguna en el sector Noreste del cráter, dentro de un cono volcánico, llamada “Culismundi” o “ Perla del Galán” .
Hasta la década de los años 70 se lo conocía como Cerro Gallán, y fue recién con la aparición y estudio de las fotos satelitales cuando se descubrió que toda esa zona era un inmenso cráter volcánico. Es muy valioso el aporte que las fotos satelitales hacen a los andinistas que aprenden a interpretarlas, en especial en zonas y montañas poco conocidas. Las cartas suelen necesitar actualizaciones en esas circunstancias. En el caso del Galán su posicionamiento en las cartas es claro, y las mismas reflejan la geografía que lo rodea con excepción de la laguna “Culismundi” y el arroyo Rebitsch. La posición de cumbre que tomamos fue Latitud S 25°56´394 y Longitud O 66°55´142, y la altura 5.912 metros.
El Encuentro e inicio de la aventura
El lunes 13 de Octubre y tras completar setecientos kilómetros desde Nono, donde había participado en el 4° Encuentro Nacional de Montañistas, pude encontrarme en Hualfil, Catamarca, con Hans y el resto de los expedicionarios. Parte del grupo había salido el día anterior directamente desde Mendoza, y a él se había unido Alejandro que venía desde Salta. En el Automóvil Club de Hualfil llenamos los tanques de gas-oil y un bidón extra cada uno. A partir de esta localidad se haría dificultoso obtener combustible. Con toda la carga distribuida decidimos continuar. Regresamos hacia el Sur unos kilómetros hasta el cruce que sale para Antofagasta de la Sierra y tras unos 8 km. desviamos en Puerta de Corral Quemado hacia Villa Vil, donde intentaríamos dormir dado la hora y el agotador viaje. Una charla con el intendente que se encontraba en los baños termales nos permitió enterarnos de que el lugar en que daban pensión se hallaba ocupado en su totalidad. Nos aconsejó continuar los 18 kilómetros que nos separaban de Barranca Larga, 26°59´120 y 66°44´314, a los 2.500 metros de altura, donde felizmente nos hospedamos en una hostería-almacén-bar que había sobre la ruta. Por 6 pesos por cabeza descansamos muy bien. Una rápida cena y al día siguiente continuaríamos hacia El Peñón.
Pronto, y por un camino muy bien consolidado pasamos por la zona de la Quebrada Peña Fría, donde tomé la posición, 26°44´563 67°04´180 con 3.895 metros. Nuestro camino había rodeado la Laguna Blanca y más adelante apareció una apacheta ubicada a los 3.987 metros en posición 26°44´632 y 67°06´257 previa a la bajada a Laguna Pasto Ventura y luego vimos el Puesto Ventura a 3.890 m (26°41´310 y 67°10´997). Desde hacía ya muchos kilómetros podíamos contemplar preciosas y despreocupadas manadas de vicuñas. El hecho de ser la zona una reserva natural y de estar prohibida su caza, ha permitido un importante aumento de estos camélidos. Es muy agradable poder verlos a la vera del camino. Con rápida trepada recuperamos los metros descendidos y a los casi 4.000 metros estábamos en el Paso Ventura, en la posición 26°40´866 y 67°11´771. Pudimos admirar a más de 100 km. de distancia las partes más altas de los inconfundibles perfiles del San Francisco (6.008 m.) y el Inca Huasi ( 6.638 m) en el Paso de San Francisco. Siguiendo el viaje aparece otra laguna blanca, a los 3.833 metros, en posición 26°38´014 y 67°14´280, y finalmente, ya al mediodía accedimos a El Peñón 3.450 m 26°28´547 y 67°15´880. En este sitio pasaríamos la segunda noche. Nos acomodamos en la sección de Hospedaje que tiene la Municipalidad del lugar ($ 7,00 por cabeza). Donde entre otras comodidades cuenta con servicio telefónico y mesas y sillas. Esta población tiene 300 personas y se pueden adquirir artículos regionales de telar. Luego del almuerzo salimos a recorrer los alrededores y ascendimos en proceso de aclimatación un pequeño cono volcánico cercano. Nos vino muy bien el ejercicio aunque ninguno de nosotros aquejaba ningún malestar por la altura.
El Miércoles 15 saldríamos desde este pueblo a las 9 de la mañana.
Hacia el Galán
Hasta El Peñón habíamos tenido un camino consolidado en bastante buen estado, aunque de un accidentado fluir de desniveles. Ahora nos encontrábamos sobre una cerrada huella de 4x4, que deberíamos transitar a lo largo de más de 80 kilómetros. Partimos de los casi 3.500 metros y a medida que transitábamos se mantenía un suave pero constante ascenso. Pasados los 4.000 metros, tomé la posición 26°19´554 y 67°06´951. Pronto varía un poco el paisaje de cerros al aparecer, a 31 km. del Peñón, una laguna a los 4.263 metros de altura (26°18´116 S y 67°04´943 O) con flamencos rosados. Seis kilómetros más adelante, una segunda laguna a 4.300 metros de altura. (Laguna Grande 26°15´569 S 67°03´437 O). A los 4.500 metros de altura y a 47 kilómetros de El Peñón aparece una tercera laguna. Todas ellas con poblaciones de flamencos. Algún burro salvaje y un solitario suri amenizaron un poco el paisaje que sólo se interrumpía de cuando en cuando por manadas de vicuñas que, en su huída, empecinadamente cruzaban delante de nuestros vehículos. Continuamos la ascendente senda y apareció a los 4.522 metros de altura una apacheta en nuestra ruta, la posición 26°11´232 y 66°59´816, a 49 km. de El Peñón. íbamos en buen camino y lo corroboramos al completar un rápido ascenso que abruptamente termina con una gran y descendente barda. Había que parar.
En el Borde del Cráter
El borde sur del inmenso cráter daba la impresión de comenzar a nuestro pies.
Hasta El Peñón habíamos tenido un camino consolidado en bastante buen estado, aunque de un accidentado fluir de desniveles. Ahora nos encontrábamos sobre una cerrada huella de 4x4, que deberíamos transitar a lo largo de más de 80 kilómetros. Partimos de los casi 3.500 metros y a medida que transitábamos se mantenía un suave pero constante ascenso. Pasados los 4.000 metros, tomé la posición 26°19´554 y 67°06´951. Pronto varía un poco el paisaje de cerros al aparecer, a 31 km. del Peñón, una laguna a los 4.263 metros de altura (26°18´116 S y 67°04´943 O) con flamencos rosados. Seis kilómetros más adelante, una segunda laguna a 4.300 metros de altura. (Laguna Grande 26°15´569 S 67°03´437 O). A los 4.500 metros de altura y a 47 kilómetros de El Peñón aparece una tercera laguna. Todas ellas con poblaciones de flamencos. Algún burro salvaje y un solitario suri amenizaron un poco el paisaje que sólo se interrumpía de cuando en cuando por manadas de vicuñas que, en su huída, empecinadamente cruzaban delante de nuestros vehículos. Continuamos la ascendente senda y apareció a los 4.522 metros de altura una apacheta en nuestra ruta, la posición 26°11´232 y 66°59´816, a 49 km. de El Peñón. íbamos en buen camino y lo corroboramos al completar un rápido ascenso que abruptamente termina con una gran y descendente barda. Había que parar.
En el Borde del Cráter
El borde sur del inmenso cráter daba la impresión de comenzar a nuestro pies.
Jaime y Alejandro al borde del cráter, al fondo el Galan
Eran las 11,30 horas y la altura 4.775 metros. La posición 26°07´616 y 66°57´268 a 60 kilómetros de la salida. Luego de un muy pronunciado desnivel, de unos 150 metros, se perfilaba demarcada en el arenoso suelo por varios kilómetros - más de doce- la senda que deberíamos transitar. Ésta se dirigía hacia la laguna Diamante que brillaba a lo lejos. Surgían en el medio del gran cráter las decenas de cumbres que constituyen el “cerro Galán” y entre las cuales deberíamos determinar cual era la más alta. Comenzaron las eternas conjeturas de estos casos de cumbres ignotas, en que todos opinamos y ninguno puede estar seguro. Pero la encontraríamos. Descendimos la fuerte pendiente, de arena tapizada con piedra laja y enfilamos rápidamente hacia la Laguna Diamante. Durante la bajada de los vehículos, nadie dijo nada, pero todos pensamos en cómo haríamos a la vuelta para poder ascender sin problemas semejante subida. Cruzamos el arroyo moteado de pasto, dos cauces casi secos de más de un metro de abrupta bajada y por fin llegamos a las cercanías de la laguna justo a las doce del mediodía. Nuestra posición era 26°01´49767 y °01´058 4.637, estábamos por odómetro a 73 km. de El Peñón.
Hacia La Confluencia de Latitud y Longitud
Hans comenzó a buscar el punto de Confluencia de Latitud 26 y Longitud 67, que encontramos a las 12,18 horas. Había una solitaria pacheta de piedras de unos 35 cms. de altura, seguramente construida por Piri, Polaco y su grupo, cuando según su relato, llegaron a la laguna “Culismundi” o “Perla del Galán”. Sobre la apacheta colocamos nuestros GPS hasta que comenzaron a marcar 4.840 metros de altura y la posición 26°00´000 S y 67°00´000 O. No hay muchos puntos de confluencia en nuestro país y menos a tanta altura. Sacamos las consabidas fotos.
Campamento Base Goma Pinchada
A partir de ahí y en base a la posición de GPS que teníamos de la cumbre del Galán, decidimos encontrar el mejor lugar para armar nuestro campamento base. Penetramos por un leve y ascendente acarreo hasta un viejo glaciar de gastados penitentes que se recostaban sobre una de las suaves laderas, a los 4.920 metros de altura. Nos pareció el lugar más conveniente y protegido. No convenía subir más. Ya era mucha y excesiva altura para nuestro plan de aclimatación y también lo era para nuestros vehículos. Casi a los 5.000 metros las noches y los amaneceres suelen ser muy fríos y penetrantes. Al bajar sentí el indeseado susurro de una goma perdiendo aire en mi camioneta. Era una trasera, que pocos segundos después se desinflaba totalmente. Pero no la arreglaría, lo haría a la vuelta, no había ganas para ello y debíamos aclimatar. Me di cuenta cual sería el nombre de nuestro campamento base en el Galán, se llamaría Campamento Base Goma Pinchada.
Cerro Galán, Campamento Base "goma pinchada"
Estábamos a 86 kilómetros de El Peñón, sobre los 4.920 metros de altura y en 25°57´862 y 66°59´693. Eran las 13 horas.
Armamos las carpas. Un rápido almuerzo de una lata de duraznos al natural, los consabidos tés de la tarde y finalmente una muy liviana cena. En el día habíamos superado casi 1.500 metros de desnivel. Era demasiado. Antes de dormir nos controlamos uno a uno con resultados satisfactorios, pero debíamos estar atentos para considerar urgentemente cualquier problema que se pudiera presentar. A pesar de todo y de los consabidos incontrolables y desordenados sueños con los que colabora la hipoxia, dormimos bien.
Hacia el campamento uno de altura
A la mañana siguiente, Jueves 16, con tranquilidad y con los primeros rayos fuertes del sol calentando nuestras carpas, desayunamos y preparamos nuestra salida hacia el campamento uno de altura, dejando una carpa armada junto a los vehículos, por cualquier emergencia. Eran las 9 horas cuando con la pesada carga de la mochila, que incluía, en algunos casos más de 4 litros de agua, comenzamos despaciosamente a ganar altura en el sentido que nos indicaba la posición de cumbre, que se hallaba a 8 km de distancia. Poco a poco, con la dificultad que da la primer hora de marcha, nuestros pulmones se iban adaptando a cada metro que ascendíamos. Tras 3 horas, apenas pasadas las 12, salimos desde el final de una curva del ascendente y cada vez más estrecho acarreo (en alguna época fue un cauce glacial) a una plataforma en la que se unían tres acarreos descendentes de mayores alturas, que en forma de delta convergían a nuestros pies. Era un buen lugar para el Campamento 1. La altura 5.320 m y la posición 25°57´586 y 66°57´831. Faltaban 4,8 kilómetros en los que deberíamos ascender 600 metros hasta poder alcanzar la cumbre del Galán, la que aún no veíamos ni sabíamos cómo era. Armamos las carpas, que quedarían ahí esperando el regreso ya que al día siguiente encararíamos coronar la cumbre y regresar.
No sabíamos el esfuerzo a desarrollar y si deberíamos ascender varias precumbres pudiendo volver a perder altura nuevamente. Podría ser un día complicado. Alejandro decidió explorar durante dos horas de marcha el acarreo norte. Al regresar nos informó que no había podido determinar la cumbre pero si que el rumbo que llevábamos era el correcto. Un almuerzo liviano. Buena hidratación y frugal cena y a conciliar una larga noche de sueño. Decidimos partir a las 7 y media de la mañana, desayunados y con sólo nuestro equipo de vestimenta completo y un poco de agua y frutas.
Hacia la cumbre
A las seis de la mañana comenzaron los preparativos. Preparamos, aún enfundados en las bolsas de dormir, café con leche, pan con manteca y queso, y luego nos vestimos. Puntualmente, a las siete, estábamos cerrando nuestras carpas, luego de colocar unas pesadas piedras adentro, para evitar que el viento las llevara. Comenzamos la parte mas importante de la aventura. Había un tremendo frío que nos obligó muy pronto a colocar mitones o un segundo par de guantes sobre los que teníamos. Nos dificultó esto poder asir bien los bastones, pero por suerte no había pasos difíciles. Cuando se conoce la montaña que se asciende, siempre es mejor salir con un poco de sol. Se evita así pasar el innecesario y tremendo frío, de muchos grados bajo cero, que se produce al amanecer. Pero en esta circunstancia no esperamos al sol porque no sabíamos qué podría presentarse en nuestra subida que nos pudiese obligar a invertir más tiempo del previsto.
Tras casi 4 horas de trabajoso ascenso y de sortear, franquear, y subir y descender trabajosamente varias cumbres, detectamos la larga cumbre final sobre la que se asentaba la mayor altura del Galán. Un filo rocoso sobre el que sobresalían en el cielo dos promontorios de piedra volcánica, siendo el segundo más alto que el primero. Hacía allí subimos. Era la altura principal. La apacheta sobre la cúspide de la misma lo indicaba. Recordé las palabras, leídas, del Dr. Dangl ... “al poner pie en el punto más elevado del alargado filo de la cumbre...” nunca una descripción me pareció tan precisa. Era nuestra cumbre.
En la cumbre
La posición 25°56´394 S y 66°55´142 O, la hora 11,45 y la altura 5.912 metros. Pronto nos reunimos todos en un largo abrazo. Nuevamente una de nuestras expediciones había logrado las primeras mujeres en una cumbre.
Hans, Alejandro -fotógrafo-, Jaime, Susana, Mirta y Mary en la cumbre del Galan
Escarbamos entre un grupo de piedras colocado un poco más debajo de la apacheta cumbrera y apareció el Libro de Cumbre, en el que sobresalía la leyenda de la altura que anteriormente se le atribuía a esta montaña: 6.600 metros. Las actuales mediciones la han modificado sustancialmente en 688 metros menos.
Mirta con el libro de cumbre y Hans corroborando la altura
Estaban registradas seis expediciones, siendo la última la de nuestro amigo Heber Orona, de marzo de este año. No me fijé si habían registrado en el libro las de Dangl (1950) y Rebitsch. (1956). No había resto alguno ni notorio de las tres construcciones circulares incas. Sí existe en la base de la gran roca de cúspide, un raro socavón de unos 60 cms. de profundidad, que indicaba un fuerte trabajo arqueológico o lo que quedaba de él. Nos sentamos al resguardo del viento y durante más de media hora nos dedicamos a descansar observando golosamente todo el paisaje, tanto cercano, como lejano, que brillante se brindaba a nuestros ojos. Hacia el Suroeste se apreciaba perfectamente, a pesar que se hallaba a más de 180 km., el perfil del Inca Huasi. A poco más de 100 km. hacia el Noroeste el Nevado Antofalla. Hacia el Norte, a unos 60 km. el Salar del Hombre Muerto. Seis kilómetros hacia el Este y destacándose en el desértico entorno,
...el fino y serpenteante cauce del arroyo Rebitsch, con claro hilo de agua moteado totalmente por preciosas orlas de pasto verde. rodea el Galán hacia el Norte. Otra naciente a su sur, continúa ese sentido, debiendo perderse finalmente a través del Río Diamante, en la laguna Pabellón. Es tal vez desde el arroyo Rebitsch, si se pudiese acceder bien en vehículo, la ruta mas apropiada para subir el Galán y la que utilizó Rebitsch. Desde este cauce se aprecia perfectamente, en su dimensión y sin ningún tipo de obstáculo, la cumbre más alta del Galán. Otras cumbres, aunque más bajas se apreciaban hacia el sector sur, pero no eran empalmables directamente desde la nuestra. Se deberían ascender con un intento especial o mediante otra expedición.
Cerro Galán, retorno de la zona de cumbre
Apenas pasadas las 12,30 iniciamos el retorno al campamento 1 de altura a los 5.300 metros, al que llegamos tras casi 3 horas. Para descansar mejor decidimos continuar el descenso hasta el base a los 4.900 por lo que desarmamos nuestras carpas, y con todo el peso a las 16 iniciamos la bajada. En una hora justa estábamos al lado de nuestros coches y de la goma pinchada, que parecía burlarse de mí.
Montamos las tiendas. Había sido una larga jornada. Hans y Susana extrajeron una botella de champán que habían colocado entre los penitentes vecinos y en una alegre y sorpresiva ceremonia brindamos festejando el cumpleaños de Mirta, que coincidió con nuestro día de cumbre.
El Regreso
Al día siguiente, con el sol calentando los coches para facilitar el arranque y luego del cambio de rueda, iniciamos la salida desde el Campamento Rueda Pinchada. Desharíamos lo andado. Subimos con cuidado y preocupación la “gran subida” del cráter, aplicando baja, bloqueo y primera. No resultó complicada como creímos en una primera instancia. Raudamente, con varios cruces de ágiles vicuñas por delante de nuestros vehículos, y luego de traspasar sin detenernos las lagunas y El Peñón, en 6 horas de viaje estábamos en el empalme a Hualfil, en la ruta 40. Ahora a las termas, un merecido y cálido baño y a descansar antes de iniciar el retorno a nuestros hogares...
jaime suárez